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El 28 de julio del 2005 tuvimos un día turístico-arquitectónico muy movido. A primera hora de la mañana visitamos la casa de los Kennedy en nuestro barrio (Brookline) y luego nos llegamos hasta la casa de Sert en Harvard, que sólo pudimos ver por fuera. Continuamos recorrido entrando en la Design School, donde hice unas cuantas fotos de los Proyectos Finales de aquel curso que algún día pondré en Cascotes. El Memorial Hall estaba muy animado de alumnos comiendo así que no nos entretuvimos mucho y paseamos por el Holyhock Center, también de Sert que está bien pero no emociona. Como para la tarde nos esperaban dos Sert más, la escuela Martín Luther King y las tres torres de apartamentos de estudiantes (v. LHDn11), pensé en cambiar de aires e ir a comer a un diner que había avistado haciendo footing a primera hora de la mañana en un barrio bastante menos egregio al otro lado del Charles. Gracias a Google Earth he podido volver hasta el lugar, y verlo con sus fotos de calle (arrastrar el hombrecillo amarillo al punto verde A y podréis verlo tal cual).
A poco de cine o televisión que uno haya podido ver, seguro que el ambiente de los diners le resulta familiar, pero hasta que no estuve yo en Estados Unidos no había reparado en el culto que se les profesa. Varias veces tuve en mis manos voluminosos libros o guías dedicados a los diners más famosos, a los más viejos, a los más queridos etc. de toda la nación, pero supongo que por rechazo al costumbrismo, al final no me hice con ninguno. Es una pena porque con el tiempo yo también les he ido cogiendo cariño; sobre todo cuando un buen día en clase se me ocurrió definir el “pattern” “tren de asientos en un bar” como eficaz mecanismo de organización de espacios semiprivados en un ámbito público. Y es que la disposición de las mesas en los diners es el mejor prototipo de ese pattern.
Bastante antes de descubrir los diners en su territorio original yo solía mostrar a mis alumnos esta fotografía de un bar en nuestro país que es una buena imitación de un diner:
y para las clases de dibujo de línea clara tenía también este otro simpático diner:
Tengo anotado en mi diario que el diner de la West Avenue de North Allston estaba un poco cutre pero que cumplió a la perfección con el objetivo de sacarnos del esfixiante entorno universitario de Harvard para devolvernos a la américa profunda. Estas son las dos fotos que hice en su interior:
Cuatro años después y gracias a internet he podido compensar el no haberme traído aquellos estupendos libros guía sobre diners americanos. Este es el enlace a la wikipedia que define los diner, y esta es una página de fotos de diners la que tomo prestadas algunas de ellas para completar esta entrada.