jueves, 9 de enero de 2014

73. PLAZA MAYOR DE LA VILLA DE LEYVA, BOYACÁ, COLOMBIA



En los primeros minutos de la película COBRA VERDE de Werner Herzog, que narra una historia ubicada en Brasil, aparece una hermosísima plaza colonial que enseguida supimos que no estaba en Brasil sino en Colombia. No es la primera vez que el cine descubre para edificiosLHD un lugar fascinante ni espero que sea la última. A vuelapluma me vienen a la memoria, por ejemplo, el hotel Coronado de San Diego o el Hotel del Mont Hood, ya contados aquí por haber tenido la suerte de poder visitarlos personalmente. No ha sido el caso de esta plaza colombiana que no tuve correctamente ubicada hasta que casualmente la encontré en la guía Michelín de Colombia estando en la propia Colombia pero sin posibilidades de ir allí. Otras muchas bellas plazas coloniales colombianas he visitado y de ellas iré dando cuenta cuando pueda, porque mi asombro y entusiasmo por la arquitectura colonial española no para de crecer, pero antes de ello quisiera cuando menos viajar a la Villa de Leyva, que así se llama el pueblo donde está ubicada esta plaza, con las fotos y medios que nos da internet. 


La Villa de Leyva está en el departamento de Boyacá, al norte de Cundinamarca (capital Bogotá) y al Sur de Santander (capital Bucaramanga). Pasamos hace unos días por Tunja, capital de Boyacá en el autobús que nos llevaba por la carretera 55 desde un Departamento a otro y hasta vimos los carteles que señalaban el desvío a la Villa de Leyva pero no hubo posibilidad de alterar el plan del viaje. 



Me acerco ahora con google earth en relieve para ver mejor la gran loma que separa Villa de Leyva de Tunja y que constituye el gran fondo escenográfico de nuestro nuevo lugar LHD. 


Las plazas mayores de las fundaciones coloniales españolas en América no son sino el producto de dejar vacía una cuadra de la hipodámica malla que gobierna ferreamente todo el plano urbano. La orografía tan plana como excepcional en Colombia de la Villa de Leyva debió de mover a los fundadores a crear unas cuadras más grandes de lo normal, y de ahí el tamaño tan exagerado de la plaza. Lo vemos también en la foto aérea de google, aunque malamente, porque justo en el límite de la plaza cambia la definición del cosido de las fotos de google earth. 


Es suficiente para hacernos una idea del brutal cambio de escala entre la edificación (dibujada en sketch up en su lado principal) y el espacio urbano. 

Internet está llena de fotos de viajeros que han estado en esa plaza y en todas ellas apreciamos la gran dificultad que representa para las cámaras de fotos captar el enorme espacio central vacío. Como ejemplo de ello muestro esta secuencia girando hacia la izquierda de varios autores, (a los que les agradezco como siempre su generosidad de compartirlas, con mención especial para el viajero norteamericano Stephen Bugno que tiene las mejores de ellas colgadas en flirk):






El duro empedrado, la exigua presencia de una fuente como único mobiliario urbano y la desproporción mencionada entre edificación y espacio vacío hacen de esta plaza más un lugar para el cine extremo de Herzog que para la convivencia vecinal. Más un lugar para el asombro del turista que para la vida del Leyvano. Pero como casi todo en la conquista de las américas parece desproporcionado, esta plaza podría ser su mejor representación.