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Hace unos años estuve en Lujua por algún compromiso familiar de mi mujer, y vi la que podría haber sido mi casa, la casa de mi vida. Así que sentí un cosquilleo especial y le hice esta foto. De esas dos casas gemelas, creo que era la de la derecha, que aún seguía medio abandonada. Pertenecía al Obispado (la foto está hecha desde el porche de la misma iglesia) y traté de comprarla allá por el año 1977, cuando en España estábamos todos ilusionados con la democracia..., bueno, todos menos los vascos, que por lo visto después, preferían ser nación antes que vivir en democracia y en paz. Los años siguientes a mi vano intento de compra (dos veces he tratado con la Iglesia para intentar comprarles una casa junto a una parroquia pero en eso de los negocios son... ¡de la piel del diablo...!) fueron de continuos atentados terroristas y desilusión democrática, por lo que con el tiempo, me alegré mucho de que los curas hubieran sido tan perros y me impidieran echar raíces allí.
Mi mujer había nacido en el mismo Lujua, en una casa de la carretera que he señalado con una flechita roja en el mapa que pongo aquí:
Sin embargo, cuando hice mi última visita a Lujua (que se había cambiado de nombre por Loiu / ¡vaya adelanto!) todos los alrededores de la iglesia estaban urbanizados, acerados, enfarolados y..."arrodeados" por adosados.
.. y como se puede ver en la foto anterior, la nueva pista del gran Sondika (ahora con K, claro) parece enchufar directamente al que pudo ser mi barrio..
Antes de aquellos años de ilusión, yo había empezado a pensar que Dios era un personaje literario y me había alejado de él; pero he de reconocer que, si es tan bueno como dicen algunos, en aquel pasaje de la novela de mi vida estuvo muy cerca de mí.
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