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A principios del mes pasado, Klaus Peter Goebel, director de la Architektur Inner Schüle de Stuttgart, que compartía jurado conmigo en París, me llevó a cenar a un sitio al que por lo visto le tenía cierto cariño.
La cena estuvo muy bien, el vino de la zona de Marsella, interesante, la conversación amenísima y los saludos con los comensales de las mesas vecinas (muy propio entre extranjeros en París) divertidísimos. Tras pagar la cuenta, Klaus me dio la tarjeta del restaurante que mostraba un par de fotos del grupo humano –cocineros, camareros, dueños, etc.- en dos momentos muy alejados de su historia.
La tarjeta me recordó la primera vez que vi algo así. Fue tras una alegre cena en la bonita localidad turística de Lindau, en el lado alemán del lago Constanza (Bodensee).
Viajábamos entonces con las hijas y con amigos de Logroño en plan muy económico, por lo que cenar por poco dinero en un restaurante que ofrecía una tarjeta con la foto del grupo humano que lo llevaba me pareció todo un lujo.
Que un lugar se represente no por las fotos o planos sino por la gente que lo mantiene con vida y da servicio es toda una lección para un arquitecto. Y por eso les doy a ambos los cinco tenedores LHD.
Dejo aquí puestas las localizaciones por si pasáis cerca y os apetece comer en ellos.
El Petit St Benoit está en el número 4 de la calle del mismo nombre, calle que arranca junto a la iglesia de St Germain des Pres. La zona, por otra parte, es animadísima.
El Alte Post de Lindau está en la Fisherstrasse 3, a un paso de la Marktplatz. Veo ahora en Google Earth que es el restaurante de un Hotel (el Gasthof), pero por el recuerdo que tengo y otras experiencias de restaurantes de hoteles en Alemania puedo asegurar que es algo que no tiene las connotaciones negativas de aquí.
Buen provecho.