.
En el calendario de francés que he comprado para practicarlo durante el año que viene he encontrado una cita de Auguste Perret que podía muy bien ser el pie de foto de la imagen de arriba, el dibujo que John Soane hizo hacer a Joseph Gandy de su Banco de Inglaterra. Dice así:
L’architecture, c’est ce qui fait les belles ruines.
El 1 de junio del 2004 llevé a mis alumnos de la Escuela de Diseño de Logroño a ver la casa de John Soane y, obviamente, aproveché la ocasión para buscar en ella el dibujo de Gandy. Recuerdo que no me emocionó gran cosa. Colgado a cierta altura y enmarcado en cristal no conseguí apreciar los trazos del dibujante y pensé que hasta podía estar viendo una reproducción.
Pero la casa, en modo alguno decepciona. Javier Dulín estaba tan entusiasmado que dijo que su visita justificaría perfectamente un desplazamiento de fin de semana a Londres.
Como fuimos a primera hora de la mañana y llegamos antes de que la abrieran, pusimos a los alumnos a dibujar la fachada.
Una vez dentro, dimos una hora para verla y hacer dibujos en su interior, pero a los quince minutos me asomé por una ventana y vi a tres o cuatro alumnas fumando en la calle. “Se ahogaban en la casa...” me explicaron luego...
Ciertamente, algunos pasajes de la casa son muy agobiantes y la acumulación de restos de arquitecturas (ruinas) lo llena todo. (Creo que no dejaban hacer fotos en el interior, así que estas que muestro son “piratas”, o sea, muy inglesas).
Yo también tengo ahora mi casa llena de ruinas (libros, cuadernos, revistas, fotos) y miles de restos de arquitecturas (ordenador), así que de vez en cuando tengo que salir a la calle a respirar. Comparto aficiones con Soane y sensaciones con mis alumnas.
Pero no todo es ruina en la casa de John. Hay dos momentos espaciales verdaderamente intensos, el del techo de la salita y el del espejo de la chimenea.
Y un momento de color amarillo que había visto publicado en un Tratado sobre el Color en la arquitectura y que en vivo y en directo no me decepcionó. Es más, creo que mi foto es mucho mejor que la de aquel manual:
Cuando dejamos la casa fuimos andando hasta el Banco de Inglaterra. No controlé entonces (ni sigo controlando ahora), si todo era tal como lo pensó Soane o si había añadidos posteriores pero en mi cuaderno anoté que aquello tenía pinta de un pastel francés envuelto en una fortaleza neoclásica.
Sir John Soane sabía muchísimo de arquitectura y de ruinas pero seguro que por su imaginación (la del pirata inglés) no pasó una imagen como ésta... de su Banco de Inglaterra así pirateado:
Entre los tiempos de John Soane y los nuestros, Perret volvió a aquel viejo pensamiento de que la arquitectura tiene más que ver con la muerte que con la vida. El problema es que, ahora, cuando la arquitectura es totalmente una ruina, es ya imposible que nos evoque tan bellos pensamientos.
(Para organizaros un viaje a la casa de John Soane, este es el enlace)